Los datos surgen de una encuesta realizada en todo el país por la asociación civil 100% Diversidad. La mitad de ellos (51,4 por ciento) contó que pidió ayuda en el colegio, pero en el 42,7 por ciento de los casos esa ayuda fue "completamente inefectiva".
La falta de capacitación de los docentes es el principal problema para poder bajar los altos niveles de discriminación que sufren los adolescentes gay en el aula que, según una encuesta realizada en todo el país, supera el 70 por ciento.
"La participación del sistema educativo es fundamental, pero no hay una formación docente que trabaje el tema de la diversidad. Debería estar incluido en la currícula de los docentes porque, no quiero sonar dramático, pero de mínima, salva la escolaridad, y de máxima, salva vidas", le dijo a Télam Adrián Helien, especialista en la problemática transgénero del Hospital Durand y Presidente del Capítulo de Sexología y Diversidad Sexual de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA).
De acuerdo con una encuesta realizada por la asociación civil 100% Diversidad, 7 de cada 10 alumnos LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex) fueron acosados por su orientación de género.
La mitad de ellos (51,4 por ciento) contó que pidió ayuda en el colegio, pero en el 42,7 por ciento de los casos, esa ayuda fue "completamente inefectiva".
Es la primera vez que se realiza este tipo de encuesta, que tuvo el apoyo de CTERA y contó con la participación de 781 alumnos de todo el país.
El informe sostiene que los "estudiantes están expuestos de manera abrumadora a ser víctimas del lenguaje peyorativo, prejuicioso y discriminatorio: casi ocho de cada diez estudiantes informa haber escuchados comentarios como "puto" o "torta" usados de manera negativa. Un 30,6% de las/os estudiantes LGBT informa que el personal de la escuela no intervino cuando se expresaron ese tipo de comentarios a pesar de que casi tres cuartos de los estudiantes LGBT dicen que les molestan en alto grado".
La psicóloga Lía Ricón, miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y especialista en niños y adolescentes, asegura que resulta "indispensable que el docente tenga claro el problema para poder ayudar a los estudiantes. Si está atravesado por un mandato religioso que considera pecado a las diversidades sexuales que no responden al mandato bíblico o seudo-científico que las considera patología, no va a poder ayudar al grupo a que entienda la problemática".
El estudio muestra también como se ve afectada la calidad de aprendizaje hasta llegar incluso a la expulsión del sistema educativo. El 38,9 por ciento de los chicos aseguró que a causa del clima hostil había faltado al menos una vez durante el último mes. Por el contrario, cuando se sentían contenidos por sus docentes, las probabilidades de faltar al colegio bajaban al 26,8 por ciento.
Además, el 14 por ciento de los alumnos reconoció que tuvo que cambiar de colegio en el último año.
Helien, autor del libro Cuerpos Equivocados, agrega: "Es un tema muy importante por lo frecuente que es. Los niveles de discriminación son muy altos cuando no se responde al modelo binario de hombre-mujer heterosexual. Para muchos chicos, esta discriminación en esta etapa tiene consecuencias muy graves y una de las más nefastas es el abandono de la escolaridad. Los chicos son altamente vulnerables. La identidad no se elige, se la vive y si se la guarda, puede ser muy dañino. Muchas veces los docentes permiten que esto ocurra".
Por su parte, Ricón sostiene que no se trata de "tolerar, no hay nada que tolerar ya que esta actitud implicaría colocarse en una posición de por lo menos cierta superioridad que permite "tolerar" a los que "se salen del surco".
Mariana García | Télam