Cuando un hombre se excita hay cambios en su mente y en su cuerpo. Percibe la sensación mental de estar excitado y en la zona de genitales hay un aumento del flujo sanguíneo. Esto produce una mayor entrada de sangre en el pene y finalmente la erección. Este fenómeno es totalmente involuntario.
Para que se produzca la erección se necesita un cuerpo física y psíquicamente sano, estímulos que produzcan excitación y el permiso propio para disfrutarlos.
Los problemas que pueden interferir en la excitación son:
Físicos: Hay factores de riesgo para que un varón tenga DE: Diabetes, hipertensión, híper colesterolemia, síndrome metabólico, tabaquismo, vida sedentaria, alcoholismo alteraciones circulatorias que afecten la zona de genitales, enfermedades que afectan al sistema nervioso, cirugías y traumatismos locales, inflamación u otros problemas que den dolor, hormonas sexuales masculinas debajo de los valores correctos.
Psíquicos: ansiedad, preocupación por el rendimiento, excesiva atención sobre lo que le sucede a la compañera, enfermedades psiquiátricas como la depresión, etc.
Sociales: estrés, ritmo de vida sin espacio para los encuentros eróticos.
Educativos: una educación que ha castigado toda manifestación de placer sexual puede condicionar la excitación. Mitos y falsas creencias.
Ausencia o mala información sexual: muchos hombres no saben que después de eyacular se necesita un tiempo para poder excitarse nuevamente. Este lapso de espera aumenta con el correr de los años. También a medida que transcurre el tiempo la excitación es más lenta y se necesitan más estímulos para conseguirla sin que esto signifique que algo funciona mal. Los hombres mayores pueden tener erecciones sólo necesitan más tiempo y estímulos.
Problemática de pareja: Todos los motivos de desencuentro y de discordia pueden afectar la relación sexual: las fallas en la comunicación, las peleas constantes, las luchas por el poder.
Los problemas orgánicos o físicos se presentan todas o casi todas las veces que la persona intenta tener una relación sexual a partir del momento en que se instalan.
Si el hombre puede tener relaciones con una pareja y no con otra, o si tiene erecciones nocturnas, matinales o con masturbación, casi con seguridad podemos decir que el problema no es orgánico. En este caso enojarse o ponerse nervioso no ayuda, al contrario, agrava la situación.
Consejo
Le aconsejamos tener algunas sesiones de caricias con su compañera sexual dejando de lado, por algunos días la idea de relación sexual con penetración. Pasados estos días le proponemos que a partir de las caricias, vaya incorporando masajes en genitales y finalmente en un clima relajado y sin exigencia intente nuevamente tener una relación sexual con penetración.
La disfunción eréctil es totalmente tratable.
El anterior consejo es a fines de cortar con el círculo vicioso de intentar tener relaciones sexuales con penetración cuando las condiciones no están dadas.
Si usted continúa con el problema:
Corresponde al profesional capacitado hacer un correcto diagnóstico y evaluar la posibilidad de un eventual tratamiento de ser necesario.
El arsenal terapéutico es amplio y el sildenafil (viagra) es la primera herramienta, pero no la única que tenemos los médicos para ayudar a resolver la DE.
Muchas veces se necesita una terapia específica como la terapia sexual (TS). Dicha TS es una terapia breve que apunta a resolver el síntoma, en este caso restablecer la erección dentro de una relación sexual placentera.
Dr. Adrián Helien