La iniciativa surgió de Naciones Unidas para destacar la lucha femenina en su participación igualitaria en el mundo del trabajo y en la sociedad en general.
Sin embargo, la fecha elegida para conmemorarlo coincide con dos grandes eventos en los que las mujeres trabajadoras fueron víctimas y protagonistas de hechos de violencia.
Uno de ellos fue el movimiento de protesta por la falta de alimentos iniciado por las mujeres rusas el 8 de marzo de 1917, que desembocaría en el proceso revolucionario de octubre de ese año.
El otro acontecimiento fue el incendio intencional en Nueva York de la fábrica textil Cotton, el 8 de marzo de 1908, en el que resultaron calcinadas 146 obreras que habían ocupado las instalaciones en protesta por los bajos salarios y las inhumanas condiciones en que desempeñaban su labor.
La memoria sirve para construir historia y cultura social. En este caso, nos permite recordar estas luchas para imaginar y proyectar un mundo en el que todas las mujeres y las niñas puedan ejercer sus opciones, como participar en la política, educarse, obtener un ingreso y vivir en sociedades libres de violencia y discriminación.
En lo personal, celebro este día feliz de ser mujer, de ser madre y de haber elegido esta profesión que me permite, en mi trabajo cotidiano, ayudar a generar conciencia no solo en el cuidado de la salud femenina sino también en el descubrimiento de los recursos humanos que todxs tenemos para mejorar nuestra calidad de vida, vivir plenamente, con dignidad y respeto, con derecho al goce.
Brindemos y celebremos
siempre por un mundo mejor, en paz y libre de violencias.
Dra. Sandra Magirena
Dra. Sandra Magirena